Thursday, August 18, 2011

Introducción al Libro de los Salmos

INTRODUCCIÓN A LOS SALMOS

Etimología — origen, raíz
• Salmo viene del Griego ψαλμοί (psalmoi)
• Significado original: canciones cantadas con arpa
• De “Psallein”: tocar en instrumento de cuerdas

Composición y Numeración
150 salmos, cantos
Algunos de los salmos son extremadamente largos (119). Es posible que sea una compilación de varios salmos relacionados.

Cuando la Biblia fue dividida en capítulos y versículos, cada Salmo fue asignado un número, o capítulo. Esos números fueron añadidos al texto por lo menos 1,500 años después de su compilación.
Aunque algunos comentaristas piensan que es imposible determinar las tonadas de los salmos, muchos de los salmos contienen en sus títulos anotaciones que indican el instrumento, ritmo, o posiblemente el nombre de la tonada que el autor deseaba usar con su canto. Hay otros comentaristas que opinan que los judíos tenían un sistema primitivo de anotación musical que les guiaba en el canto de los salmos.
Numeración
La organización y numeración de los Salmos difiere entre los manuscritos hebreo (Masorético) y griego (Septuaginta).
Los Salmos 9 y 10 en el hebreo forman el Salmo 9 en el griego.
Los Salmos 114 y 115 en el hebreo forman el Salmo 113 en el griego.
El Salmo 116 en el hebreo está separado en dos partes, Salmos 114 y 115, en el griego.
El Salmo 147 en el hebreo está separado en dos partes, Salmos 146 y 147, en el griego.
Las Biblias usadas por las iglesias ortodoxas están basadas en el sistema de numeración griego. Las traducciones de las iglesias protestantes están basadas en el sistema de numeración hebreo. Los textos oficiales de la Iglesia Católica siguen el sistema griego, pero algunas traducciones católicas modernas usan el sistema hebreo y a veces añaden en paréntesis el número griego.
En el resto de nuestro estudio usaremos la numeración hebrea, tal como aparece en la Reina Valera 1960.

Construcción de los Salmos
Trasfondo
El libro de los Salmos es una de las colecciones más grandes de cantos, oraciones y poesías de la antigüedad. Los Salmos expresan pasiones profundas, clamores de desesperación, y también expresan alabanzas al Dios Creador y Proveedor. En ellos podemos escuchar al salmista derramar su dolor y también su gozo. Los Salmos nos llevan por los valles y por las montañas de la experiencia humana, y finalmente nos guían a alabar a nuestro amante Creador.
Autores
Muchos de los Salmos no tienen el nombre del autor, pero un gran número de ellos tiene el nombre de David, rey de Israel, en la introducción. David es conocido como el “dulce salmista de Israel”. Aunque esas notas de introducción probablemente no eran parte original de cada salmo, fueron añadidas por editores hace muchos siglos y no tenemos motivos para descontarlas.
Los libros históricos hablan de David y sus talentos como cantante, compositor, y constructor de instrumentos musicales. Uno de los Salmos de David aparece en 2 Samuel 22 y, con pequeñas variaciones, en el Salmo 18. Partes de una composición que David presentó a Asaf en 1 Crónicas 16:8-36 son tomadas de los Salmos 105, 96 y 106.
No sabemos quién escribió el Salmo 119, el más largo de todos. Este Salmo es conocido como el “Salmo Torah” porque habla sobre la ley.
Se piensa que los demás Salmos, en su mayoría, fueron escritos por contemporáneos de David, personas que él había puesto para dirigir la adoración en Jerusalén.
Salomón, siguiendo el ejemplo de su padre, escribió varios Salmos además de proverbios. Algunos de los Salmos más antiguos fueron escritos por Moisés, cinco siglos antes de David.
Muchos otros contribuyeron a la escritura de los Salmos, incluyendo miembros de la familia de Coré, sacerdote. Se piensa que Débora y Ana posiblemente hayan escrito Salmos.
Compilación del Libro de los Salmos
Durante el tiempo de Esdras, todavía se estaban componiendo los Salmos. Pero fue en ese tiempo que el libro de los Salmos tomó la forma que conocemos hoy.

Estructura del Libro
Cinco Libros
Libro 1: Salmos 1–41
Libro 2: Salmos 42–72
Libro 3: Salmos 73–89
Libro 4: Salmos 90–106
Libro 5: Salmos 107–150

Cada libro concluye con una doxología, o alabanza, a Dios. El Salmo 150 sirve como doxología para el Libro de Salmos entero.

No se sabe quien organizó los Salmos en el orden presente. Tampoco se sabe por qué fueron puestos en ese orden en particular. Algunos piensan que el orden tiene que ver con el uso de los Salmos en el culto de adoración en el templo. Personalmente, estoy convencida que la mano de Dios guió el orden y que cada Salmo añade al anterior de alguna forma. Veremos en nuestro estudio cómo podemos entender mejor el Salmo 30 si ya hemos estudiado los 29 Salmos anteriores.
Los Libros 1 y 2 contienen en su mayoría Salmos de David. El Libro 3 incluye Salmos de Asaf y los hijos de Coré. Los Libros 4 y 5 tienen Salmos anónimos y Salmos de David y otros autores.

Categorías de los Salmos
Podemos clasificar los Salmos en varias categorías según sus temas. Por ejemplo, Salmos ‘Reales’ hablan de Dios el Rey y usan frases como “Jehová reina.” Estos Salmos hablan de Dios como Creador, Salvador de Israel, y ‘el que ha de venir.’
Los Salmos de ‘Sion’ se enfocan en Jerusalén, usando el nombre Sion. Hablan de la ciudad escogida por Dios para hogar del Templo, el lugar de adoración.
Los Salmos ‘Penitenciales’ son aquellos donde el salmista confiesa sus pecados al Señor, pide perdón, y alaba a Dios por su relación renovada por el perdón. Ejemplo clásico es el Salmo 51.
Los Salmos ‘Sabiduría’ enfocan en algunos de los mismos temas que encontramos en el libro de Proverbios. Presentan un marcado contraste entre el justo y el malo. Hablan de las bendiciones de Dios, y también las maldiciones, y tienen un enfoque en la vida justa.
Una sub-categoría de estos Salmos son los Salmos ‘Torah,’ poemas que enfocan en la belleza, verdad, y suficiencia de la ley de Jehová.
Algunos de los Salmos que más nos inquietan son aquellos que contienen oraciones que aparentemente piden a Dios que maldiga al malo. Se les llama Salmos ‘Imprecatorios.’ Estos Salmos se consideran a veces estar en conflicto con los sentimientos de los Evangelios, sin embargo reflejan el disgusto que siente Dios por el mal. Veremos en nuestros estudios que, particularmente en los Salmos de David, el salmista no pide una maldición tanto como justicia. No pide venganza tanto como ser librado del maligno. No pide la muerte del malo sino que el malo caiga en su propia trampa o sea detenido.
Los Salmos de la ‘Pascua,’ Salmos 113-118, tienen tono gozoso y profético. Estos Salmos, por tradición, se cantaban al comienzo de la celebración de la Pascua y se les llamaba ‘Halal Egipcio.’ Los Salmos 113-115 se cantaban en el Templo, durante el sacrificio de los animales. Los Salmos 116-117 se cantaban durante la cena, y al final se cantaba el Salmo 118.
Otro grupo de Salmos, agrupados al final del libro, también se llaman Salmos ‘Halal.’ Estos enfocan en el éxodo de Egipto y alaban a Dios por Su carácter y por Su salvación.
La última categoría de Salmos es el ‘Lamento,’ y el contenido es evidente.
Estructura del Lamento
La última categoría mencionada fue el ‘Lamento.’ En esos Salmos podemos sentir las fuertes emociones del salmista. Son palabras escritas por gente que vivieron situaciones difíciles. Son personas que saben que Dios no les castigará por sus palabras honestas; aunque le griten a Dios, es un grito de fe.
Introducción:
“Oh Dios”
“Ayúdame”
Lamento:
“Estoy sufriendo”
“El enemigo está ganando”
Estas palabras introducen el dolor que el salmista está experimentando. Se dirige directamente a Dios y tiene un tono ligeramente acusatorio, quizás por no prestar atención al dilema del autor. El salmista señala el éxito del malo.
Confesión de confianza:
“En ti confiaré”
Razones para que Dios actúe:
“He sido justo”
Peticiones:
“Escúchame”
“Sálvame”
Promesas de alabanza:
En la tercera parte del lamento, el malo presenta dos problemas intolerables para el salmista. Primero, ha hecho un ataque personal al individuo que es ‘amigo de Dios.’ Segundo, ese ataque tiene significado para Dios. Es decir, el ataque pudiera considerarse como un ataque a Dios mismo, por medio de su agente el justo. Por tanto, si estas condiciones se permiten, aparecerán como una debilidad por parte de Dios, o un deterioro en Su habilidad y poder para proteger al justo y la comunidad de creyentes.
Los Lamentos son un modelo de la respuesta de Dios al sufrimiento. Dios no espera que nos mantengamos imperturbables o indiferentes ante el sufrimiento. Podemos derramar lágrimas ante Él, pero no debemos olvidar que Dios nos ama y nos cuida. Recordando Su cuidado en el pasado — nos libró del cautiverio, perdonó nuestros pecados, nos trajo a Su Iglesia, nos dio vida eterna — podemos confiar en Él para el futuro.
El Salmo 71 es un ejemplo del Lamento. Enfocándose en la confianza en Dios, el Salmo alterna entre expresiones de desesperación y confianza en Dios.


Características de los Salmos
Para apreciar los Salmos, debemos tener en cuenta algunas de sus características.
• Se escribieron con la intensión de ser cantados en público, durante la adoración en el Templo en Israel, y en nuestros templos hoy. No son meramente poemas. Contienen convenciones peculiares de la música y adoración durante el Israel antiguo.
• Fueron escritos durante un período de 1000 años, desde Moisés hasta Esdras.
• Fueron colectados y arreglados durante largo tiempo.
• Fueron escritos en el lenguaje del espíritu humano y reflejan los sentimientos del autor durante una crisis o evento específico. Son palabras del alma. No son palabras refinadas y rebuscadas sino obras llenas de emociones y palabras desgarradoras. Contienen exageraciones dramáticas y lenguaje figurado.
• Formaron parte de la vida ordinaria de los Israelitas. Las Escrituras marcan múltiples ocasiones en que el pueblo de Israel respondió a Dios espontáneamente con un Salmo de adoración.
• Individualmente, cada Salmo fue escrito con un propósito diferente. Algunos comenzaron como expresión privada de devoción, mientras que otros fueron diseñados específicamente para la adoración pública. Al final, todos se convirtieron en el tesoro de todo el pueblo.
• No importa el tema, todos los Salmos guían al lector, o cantor, a adorar al Dios Vivo.
• Fueron escritos en forma de respuesta. En forma poética, los Salmos graban la poderosa respuesta de un individuo a su Dios. Desde el clamor desesperado hasta el grito gozoso, cada Salmo es una respuesta a Dios en medio de una situación particular.
• Por último, no conocemos las circunstancias en que cada Salmo fue escrito y en muchos casos, nunca las sabremos. Por ejemplo, el Salmo 22 describe claramente la crucifixión de Jesús — algo que no existía en ninguna parte del mundo cuando David lo escribió, y que David jamás experimentó en carne propia. En ese caso, y en algunos otros, debemos concluir que únicamente el Espíritu Santo pudo dar esas palabras al salmista.